lunes, 29 de febrero de 2016

Un día de cine.

 Hoy estoy agotado pero no podía irme a dormir sin escribir esta entrada. Este fin de semana lo he pasado intentando ver todas las películas nominadas a Los Oscars de este año y aunque el esfuerzo ha sido considerable me he quedado a dos películas antes de que empezara la famosa gala del cine americano.
He visto seis películas, entre las que se encuentra la ganadora que ha sido Spotlight, la cual a mi me ha parecido algo larga y aburrida pero tampoco soy un experto en cine. Sí que valoro que trate sobre un tema real, de tanta polémica y el cual han sabido tratar muy bien a lo largo de la película y supongo que eso es lo que la habrá hecho merecedora del máximo galardón este año. Sin embargo yo considero que La habitación o El renacido habrían sido mejores opciones.
Opiniones a parte os cuento que he pasado un fin de semana muy cinéfilo ya que este año Los Oscars me han cogido con “los pantalones bajados”, cuando otros años a estas alturas ya los tendría más que al día. Eso y entre que anoche me quedé pendiente de la gala y sus resultados han conseguido que hoy fuese un completo zombie durante todo el día. Lo único que me consuela es que este año, al ser bisiesto, tiene un día de más que coincidió justamente siendo hoy. Así que supongo que he aprovechado este día de más para gastarlo en una de las cosas que más me gusta que es el mundo del cine. Puede que no sea nada especial para muchos pero me hizo gracia la coincidencia.

Por lo tanto, a pesar del agotamiento y de haber tenido un día de regalo, hoy no podré pensar en otra cosa que en lo bien que he pasado mi 29 de Febrero, lo bien que lo he aprovechado y en la cantidad de momentos que el cine me ha regalado este año, antes de dormir.

P.d: Enhorabuena a Leonardo Dicaprio que después de tanto tiempo ya le tocaba!! :)


domingo, 21 de febrero de 2016

Y ahora todo cambió...

Yo que me creía olvidado, perdido en un mapa inacabado.
Sin saber que destino ansiaba o lo que mi alma anhelaba.
Yo que escapaba de todo y de nada, creyendo que mi luz estaba agotada.
Huyendo de los dolidos amaneceres y de los inmemorables atardeceres.

Caminaba sin rumbo, cansado de mi propio mundo.
A cada paso dejaba atrás recuerdos que no podía soportar más.
Lágrimas derramadas sobre las partes de mi corazón desgarradas.
Desesperanzador futuro sin un sueño, como un destino sin dueño.

Y ahora todo cambió...

Tú que apareciste igual que una sonrisa, lentamente y sin prisa.
Tirando del hilo invisible, moviendo un alma inamovible.
Tú que das color a los días que traen consigo dolor.
Pintando arcoiris, sobre charcos de lágrimas, con forma de arcos.

Llegaste a mi mundo para enseñarme de nuevo el rumbo.
Transformando cada uno de mis días en brillantes alegrías.
Uniste nuestros caminos compartiendo nuestros destinos.

Tú que llegaste para ser lo que mi alma anhelaba.
Yo que te encontré sin saber cuanto te necesitaba.


martes, 16 de febrero de 2016

10 días de vacaciones y un cubo de Rubik .

Hola a todos!!!

Acabo de regresar de unos días de vacaciones y debo decir que vuelvo con las pilas cargadas (a ver cuanto me duran). He aprovechado estos días para salir de la capital y hacer un viaje al sur de España, hacia tierras andaluzas y puedo aseguraros que ha sido todo un placer conocer aquellos lares.

Este viaje ha sido toda una aventura y debo reconocer que algo me ha cambiado. Creo que he vuelto más sabio, sí porque he aprendido un montón de cosas y me ha servido para darme cuenta de lo poco que sé en realidad aun. Así que quizás deba decir que vuelvo un poco más tonto de lo que pensé que era en realidad. También vuelvo con la mente despejada, desconectar de tus rutinas, de tus problemas o incluso de tus "no problemas" siempre ayuda. Vuelvo con un par de quilos de más, eso seguro, porque hay que ver las tapas que ponen en los bares allí abajo, así da gusto tomarse una caña. Y lo más curioso de todo es que me han enseñado a hacer un cubo de Rubik y lo mejor es que he aprendido a hacerlo!!

Resulta que uno de los amigos que fui a ver le apasionan, y una noche intenté resolver uno de los muchos que tiene decorando su salón y fui incapaz. Fue entonces cuando, con mucha paciencia por parte de mi amigo, me enseñó los movimientos (o algoritmos como él los llama) para resolverlo. Practiqué todos los días hasta que acabé aprendiendo todos los algoritmos de memoria y ahora ya tengo hasta mi propio cubo en casa.

Es esto lo que me ha inspirado para escribir esta entrada, no el hecho de que yo ahora sepa hacer un cubo de Rubik, eso es irrelevante para vosotros, o para la mayoría. Lo verdaderamente importante es que nunca es tarde para aprender algo nuevo y nunca sabes en que momento o en que lugar te puede pasar. Yo siempre fui de los que pensaban que nunca sería capaz de resolver un juego de este tipo y ahora resulta que hasta me contabilizo el tiempo que tardo en resolverlo....(Que no es por presumir pero ya estoy sobre los cinco minutos).

Así que tener vuestra mente siempre abierta a nuevas experiencias, no os cerréis nunca en banda a algo. Tal vez ahora no es su momento pero más adelante... ¿quien dice que no seáis capaces de hacerlo...?

Al fin y al cabo esto es lo importante porque son esas nuevas experiencias las que dan sentido a nuestra vida.

martes, 2 de febrero de 2016

Un momento inolvidable.

“Hay momentos que quedan grabados en nuestra memoria de por vida.”

Este fin de semana tuve una comida familiar con motivo de una ocasión especial, un cumpleaños. Fue una celebración que hacía tiempo que no realizábamos de forma tan entusiasta y que me alegró comprobar que eso no se había perdido en esta familia, el entusiasmo por celebrar algo, la alegría. Hubo comida, bebida, risas, discusiones de todo tipo y postres, postres y más postres.

Durante esa comida disfrute de la compañía de los familiares de toda una vida, añoré aquellos que ya no están con nosotros y di las gracias por los que llegan para ocupar un nuevo espacio en nuestras vidas. Y aunque ya estaba agradecido por poder disfrutar de un día así todos juntos, hubo un momento, uno que pasó desapercibido por todos menos para mí, que me hizo darme cuenta de la importancia de ese día. Fue como ver una película, una película muy breve, vi como cada uno de los que estaban allí presentes estaban realmente disfrutando de ese día, incluso los que discutían entre ellos parecían contentos por poder hacerlo. Suena raro pero ese momento quedó grabado a fuego en mi mente. El tiempo se detuvo para mi en un segundo en el que mi cerebro intentaba procesar la cantidad de emociones que había a mi alrededor. Emociones que no soy capaz de describiros solo con palabras. Una discusión trivial entre hermanos, las jóvenes cotilleando en el sofá, los mayores jugando a las cartas en la mesa, la gran mujer de la familia, la matriarca, con su copita de jerez mientras aconsejaba y mimaba a todo aquel que se le acercaba y lo invitaba a servirse otra copita con ella(como hizo unas cuantas veces un servidor).Eran tantas cosas juntas pasando en un solo instante que por un momento me sentí pequeño y grande al mismo tiempo.

No sé si todos también veis estos momentos de la misma forma pero yo me estoy volviendo adicto a ellos. Son momentos que no podemos buscarlos, ocurren sin más. Momentos que los demás no se dan cuenta de lo felices que son, o no le dan la importancia que tiene, aunque la tiene y mucha. Cosas sencillas que hacen de un segundo, un simple y efímero segundo, un momento inolvidable.


Así que esa noche, con la barriga hasta el tope de tarta, decidí escribir una entrada acerca de estos momentos porque fue ese pequeño instante en lo último que pensé antes de dormir.