sábado, 1 de noviembre de 2014

Temores

Cuando cae la noche, todos nuestros temores se hacen mayores. Pensamos en lo que hemos hecho, en lo que estamos haciendo y en lo que haremos. Y hay temor en cada uno de esos pensamientos. Temor a lo que está fuera de nuestro control, temor a lo que desconocemos.

Al caer la noche todo es más oscuro y la oscuridad es la base de todos los temores porque sin luz no podemos ver en la oscuridad y nuestros temores no nos dejan ver la luz. Vagamos sin rumbo en un mar de tinieblas y no hay nada más peligroso. Sabes que el sol volverá a salir y con el la oscuridad se irá pero si no te libras de los temores que surgieron, aunque siempre salga el sol, nunca saldremos de nuestra propia oscuridad. El mundo no es fácil, es normal temerle, las cosas que la vida nos depara no sabemos afrontarlas hasta que pasan y una vez que pasan comprobamos hasta que punto estábamos preparados para afrontarlas. Puedes fracasar o triunfar en el intento, en cualquiera de los dos casos deberás seguir adelante porque en esta vida algo es seguro, nada se consigue si no avanzas, si te dejas estar los temores te consumirán y nunca sabrás hasta donde podrás llegar.

Por eso, cuando caiga la noche y te empiecen a asaltar tus temores no dejes que te consuman, afróntalos, plántales cara y prepárate para dar un paso adelante, porque cualquier momento es bueno, incluso antes de dormir.


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